lunes, 5 de febrero de 2007

Para tí...

¿Por qué quieres controlar mi vida?

En realidad no sé como explicar el sentimiento de repudio y desencanto que me invade.
Me sobran fuerzas para gritar y para luchar. Quisiera correr hacia donde estas y gritarte en tu cara que me vale un pepino tus ideas y opiniones. Que eres una escoria. Que no vales la pena como persona. Eres la figura más grotesca y asquerosa que se ha cruzado en mi camino.

Porque una verdadera persona; sí, alguien que sea de verdad un ser humano, tiene sentimientos, tiene bondad; busca su felicidad y la de los demás.
En resumen, está llena de amor.

No sé como alguien puede reaccionar de un manera tan vil y estúpida.
Cuestra trabajo aceptar que algunas personas, no son más que muñecos de pose y exhibición. Figuras de cera que se deshacen con el más mínimo sentimiento de calor humano; calor del corazón.

Siento indignación. Rabia, enojo, desconsuelo...pero sobre todo, lástima.
Sí, lástima por tí, por tí, por tí...
Por tí que no sabes apreciar el valor de un corazón sincero.
Por tu pobre y desgastado cuerpo que alberga un alma ruín y perversa; que no es nada valiosa ni pura.
Un cuerpo y un alma tan usadas por las bajas pasiones, que ni el diablo le encuentra valor.

Lástima por tu pobreza de amar.
Por tu comprobada y reproducida idiotez.
Sí, esa idiotez que transpiras y rebalsa de tu ser.

¡Qué inmundo todo lo que proviene de tu boca!
Hace falta tener una alma tan perdida y vendida a la maldad, para poder rumear tales injurias y frases sin sentido.

Sí, eso dije..."rumear". Aún cuando creo que la comparación es pobre y denigrante, más para las vacas que para tí.

Pudiera pasar el día y la noche, trantando de insultarte y de herirte con mis palabras, más creo que pierdo mi tiempo.
Se me olvidaba que no tienes oídos para voces dulces e inocentes.
Tampoco ojos para leer entre líneas, ni observar la belleza del corazón.
Tus ojos sirven solo para ver la apariencia, alabar la corrupción y la envidia.

Si supieras la ridiculez que representas...
¡Por favor!...
Hasta una mosca tiene más cerebro de lo que tú en toda tu vida, y la suma de tus otras vidas tendrás.

¡Basta!
¡Ya me cansé de tí y de tus habladurías!
Yo no necesito de tí...
No le temo a la soledad...
Simplemente, sobras...
Me estorbas...
Me quitas elegancia...

Con mis propias fuerzas vine al mundo, con mis propias fuerzas me puedo defender...

Por mí te puedes perder en lo profundo del infierno, en lo negro del inframundo...

¡Púdrete de una vez!...

2 comentarios:

Ernesto Bautista dijo...

Pues, entre a opinar sobre el articulo de los blogs y cuando entre al blog me encontre con esto... es interesante, yo siempre le he tenido respeto a los universos que explotan y renacen en la ira de una mujer. Son interesantes, las convierte en diosas. Tiranicas y benevolentes que pueden destruir o pueden reintegrar planetas oscuros y estrellas muertas. En fin. Toma fuerzas morenita, "la vida sigue... y tu estas en ella".

Wendy Aparicio dijo...

Ya me dio pena...
¿Qué tan violento suena?