jueves, 12 de febrero de 2009

Otro acoso

(Ya me había ausentado un mi buen rato)

Resulta que hace unos días un tipo -al cual conocía sólo de ¡Hola! y Adiós-, me invitó a salir. El tipo, en lo que pensaba, me caía bien. Se miraba buena onda. Yo- como inocente criatura del Señor- accedí a salir con él. (Además de que no tenía nada bueno que hacer un lunes por la tarde).

Para que se hagan una idea, haré un breve flash back hasta el momento en que lo conocí:

Yo estaba sentada afuera de un aula del edificio de ingeniería esperando a una amiga que estaba en examen de Matemática I. Esta leyendo un libro, cuando un tipo salió del aula, se sentó a mi lado e intentó hacerme conversación. Yo contesté como suelo contestar cuando alguien me es totalmente indiferente: Con monosílabos (sí, no, ajá, ummm, etc.); y siempre viendo mi libro.

Días después, el tipo me saludaba donde me veía. Yo, por cortesía, me sonreía.

Tiempo después amarré David- cuya historia contaremos después- y él tipo comenzó a hacerse amigo de ambos. ¿Cómo? No sé. Sólo sé que nos hablaba y nos molestaba cuando nos veía juntos. A este punto, yo no tenía ni la más remota idea de cómo se llamaba. Supe su nombre hasta el día en que salimos. Se llama Carlos. Yo a diferencia de él, si respeto la integridad de las personas, por lo que no revelaré su apellido.

Volviendo al tiempo presente, retomo la idea: salimos.
El punto de encuentro fue metrocentro -lugar típico-, en dónde el sugirió ir a "tomar un café" al Bam Bam. Acepté.
Fue ahí donde la odisea comenzó:

(A continuación relato los hechos en narrador omnisciente)

C: -Mirá los globos de aquella niña- dijo él mientras intentaba tomarme la mano.
W: - WTF! ¿Qué estas haciendo? ¿Por qué me estás agarrando la mano? No me gusta que me estés agarrando. No tenés porqué agarrarme la mano. No quiero que me agarrés la mano- dije con voz firme, en un tono notablemente molesto y con el rostro visiblemente indignado.

El tipo ni se disculpó. Sólo agachó la cabeza, se encogió de hombros, se sonrió levemente y intento hacerse el de los panes. En mi cuenta personal, primer fallo.

Llegamos al Bam Bam, hicimos cola y ordenamos. Estaba visualizando una mesa vacía cuando, de la nada, el tipo dijo en voz alta para que todo el lugar escuchara:

C: - Ahí sentémonos corazón- con voz melosa y en un tono chillante como de bichito puberto que se está estrenando con la novia.
W: - Jodete bicho- dije en un tono sutil, mientras me volteaba y lo miraba con cara de "WTF!".

El tipo abrió sus ojos en acción de sorpresa y, nuevamente, se hizo el de los panes con la tipa de la caja. Segundo fallo.

A la comida no se le dice no y menos cuando es gratis. Me disponía a disfrutar de mi relámpago con toffee y mi jugo de naranja cuando:

C: -Hey, fijate que hay algo bien importante que desde hace tiempo te quería decir- en tono medio preocupado.
W: - Ajá, ¿Qué es?- mientras miraba atenta dónde clavaría mis dientes.
C: - Es que fijate que conocí a la hija de tu ex- en tono sumamente sarcástico.

El relámpago quedó a escasos milímetros de mis dientes, pues no fui capaz de morderlo ante tal confesión. Levanté mi mirada hacia el tipo y con un gesto de "Tu m... bicho", expresé de manera igualmente sarcástica:

W: - Mirá que importante, pues...-mientras la bilis se me desparramaba por todo el organismo.
C:- Sí. Fijate que te voy a contar como me enteré de todo. Resulta que...

El tipo se tomó la molestia de hacerme una recapitulación cronológica y detallada de la historia que yo me sé de pe a pa. De cómo David me dejó por otra a los cinco días de haber cortado, y cómo al mes de haber empezado a andar con ella, la tipa ya estaba embaraza, cómo concibieron a la niña, cómo nació y hasta cómo estaba actualmente.
Tercer fallo.

Como dije, a la comida gratis no se le dice no. Comí como la bilis me lo permitió y en cuanto terminé le dije:

W:- Ya me aburrí. Ya me voy. Gracias. Cuidate- mientras me levantaba de la silla.
C:- Hey, esperame. Te llevo a tu casa- en tono deseperado.

Si lo dejaba llevarme directamente a mi casa, corría el riesgo de que quisiera inmiscuirse más en mi vida. Así que opté por decirle que me iría a pie. El tipo se prestó para acompañarme. Por lo menos el daño ya no era tan directo como si nos hubieramos ido en bus y hubiera tenido que bajarme en su compañía hasta mi casa. Guardaba la esperanza que después de cruzar casi toda Santa Ana se desilusionara para ya no acompañarme.
Empezó la caminata.

C:- Fijate que a mí es fácil quererme. Dice mi mamá que... y cuando un amigo me necesita yo... porque a mí las mujeres me han pagado mal... y así fue como encontré en la cama a esta mi novia con otro chero...pero entonces empecé mi pasantía y...en la empresa todos me querían. Me daban el carro para...y lo chistoso es que nadie llevaba comida, entonces...

Alrededor de ocho cuadras, el tipo se la pasó hablando de él y nada más que de él.
Yo estaba harta. Ya nisiquiera contestaba monosílabos, sino que interjecciones: ummm, ajá, uuu, ehhh, ahhh, shhhh,...

De repente se quedó callado. Pensé que ya el azúcar en su organismo había caducado, pero no. Faltaba lo peor.

C:- Mirá, esto es difícil, pero...- mientras me cerraba el paso- Vos me gustás.
W:- "WTF!...Vos tu m.... hijeelagranpepeshca..."- eran mis pensamientos, mientras mi cara intentaba no matarse de la risa y me contenía por no golpearlo para que me dejara pasar.
C:- Y, osea, no sé que tenés que decir ante eso.

Fue ahí dónde la vida me daba la oportunidad de desquitarme los tres fallos:

W:- De que tenés buen gusto, es innegable. Eso ni dudarlo. Pero no sé que querés que diga, porque no me has preguntado nada. Si hubieras dicho alguna pregunta, tal vez te hubiera contestado, pero no has preguntado nada. Así que, no tengo nada que decir.

C:- Ehhh...es cierto. Pero el manual dice que...

W:- Para empezar, los manuales no hablan. Al menos que sean interactivos o audiovisuales te creo. Pero de lo contrario no. En todo caso, si es lo que el manual dice, mandame al manual y hablo con él, porque al parecer a él le interesa más esta conversación que a vos. Y como por lo visto vos repetis lo que dice el manual y no tenés nada propio que decir, me voy.

C:- No esperate. Es que...bueno...¿Sos virgen? Es que para mí es importante saberlo porque, osea, si alguna vez llegamos a tener algo...

(Por respeto a las personas que leen este blog, no escribiré lo que pasó por mi mente en ese momento)

W:- ¿Qué acaso sos imbécil y no te han enseñado que a una dama no se le pregunta eso?
C:- Sí, pero quiero saber. Es que es lógico. Anduviste con tu ex casi tres años, osea, es de pensar que algo tuvo que haber pasado.
W:- Si soy o no soy, a vos no te importa. Y quitate bicho ridículo...- mientras intentaba pasar.

Me intentó tomar de la cintura y rápidamente de di la vuelta.

W:- ¡Qué parte de la frase "No me toqués" no entendés?- mientras casi le saco el ojo con el dedo índice.
C:- Ahhh perdoname, es que osea...Entiendo que estés "arrisca" porque no es fácil entablar una relación con alguien nuevo pero osea...
W: - Número uno. Vos y yo no somos nada. Dos. Sos un impertinente. Tres. Ni loca tuviera algo con vos. No estoy tan deseperada- me di la vuelta y seguí caminando.

El tipo me siguió tratando de disculparse las cuatro cuadras restantes. Nisiquiera lo volví a ver.
Cuando vió que era inútil, se detuvo y me dijo:

C:- Ya me voy. Aquí agarro el bus. Pero mirá, ¿Podemos seguir siendo amigos?
W:- Ah, que te vaya bien. Ummm...no me importa bicho- y seguí caminando.

Desde entonces el tipo me estuvo llamando insistentemente al celular. Durante casi diez días no dejó de llamarme, aún cuando puse su número en la lista de llamadas rechazadas. Al décimo día fue el colmo, contesté en el tono más molesto de mi vida:

W:- Me incomoda que me estés llamando...- y colgué súbitamente.

Desde entonces, gracias a Dios, no me ha vuelto a llamar.

Moraleja: "Hacerme una mi limpia, porque es la quinta vez en mi vida que me acosan. Y lo peor, que son tipos feos, ridículos, impertinentes y tan imbéciles como sólo ellos pueden serlo."

P.D. Ah, y se me olvidaba: No aceptar invitaciones a tomar un café. Cuando alguien te invita un café - salvo que sea Zetino o Raúl- siempre lleva dobles intenciones.

4 comentarios:

Victor dijo...

Es triste que hayas pasado por esto, ojalá de una vez por todas haya tenido suficiente. Hay quienes creen que un rechazo es una seña de "siga adelante", y lo peor, creen que tienen el derecho de seguir insistiendo porque son hombres, etc. Repito, qué mal que hayas pasado por ésto, solo espero que del recuento de lo ocurrido no te lleve a exagerar tus precauciones frente a otras personas. Sería comprensible, pero lastimoso.

Saludos

Victor

Clau dijo...

WOW una santaneca!!!! cuando dijiste metrocentro y bam bam asocié la sucursal de San Salvdor.

Mucho gusto ña Wendy, yo también soy de la Ciudad Heróica.

Tenga cuidado, hoy en día no se sabe quién es también un mafioso que le quiera hacer mal...por muy bicho dundo que parezca.

Ahhh, caminar por toda la ciudad...tiempos aquellos, desde el INSA hasta el IVU.

saludos!!! =)

Cc¡ dijo...

uy! pero que tipo tan imbécil, idiota y todo lo peor... Ni palabras tengo, mucha suerte :D

René dijo...

lamentablemente lo de la invitación a tomar café te llegó a través de la experiencia propia y no a través de un post en un blog como a algunas de las lectoras de tu blog seguramente les llegará.....entre cheros esa frase es típica de la intención de caerle a una chera sin luagr a dudas y realmente este tipo da pena con todos los detalles que nos has contado....te admiro por la paciencia que le tuviste....¿dónde ha quedado la creatividad para acercársele a una chera??? Cuidate Wendy, me han dado ganas de ir al Bam Bam a probar los relámpagos.