miércoles, 26 de septiembre de 2007

Cortopunzantes

"Si no tenemos cuerpo, ni tampoco tenemos alma,
¿Para qué queremos la vida?"

Desde hace días quería postear muchas cosas que han estado dando vueltas en mi cabeza. Por tratar de darles un orden, ver en qué desembocaban o sólo por evitar uno más de mis tantos lapsus, fue que decidí retrasarlo. Pero ya no más:

"¿Cómo podés estar tan segura de hacer algo que nunca has hecho?"
"¿De qué te sirven los buenos recuerdos?"
"¿Qué es irrelevante?"
"¿Ya te resignaste?"
"¿Qué es lo correcto?"
"¿Sabes tener paciencia?"
"¿Estás segura?"
"¿Uno crea su destino, o el destino es inflexible?"

Aquí sólo coloco algunas de muchas más, que se han cruzado en mi camino.
Lo interesante es que todos me las dicen, cómo si yo tuviera las respuestas.
Podría seguir, pero también tengo mis dudas de que sea conveniente.
No sé que pasa.
Sólo sé que las dudas me han hecho prisionera.
Eso no lo dudo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo te he planteado algunas de las dudas que ahí expresas. Eso de que estás segura, es seguro.

Lo que te quiero decir, y yo sé que entendes, es que sabes las respuestas, porque en más de una ocasión las haz respondido tratando de ayudarme. El único problema es que ponerlas en práctica, en la vida diaria, es más difícil que aconsejar a alguien más.

Sé que sabes, que sí tienes las respuestas, pero fúndalas en algo más que tu propia opinión. Ya te he dicho donde está cada respuesta a tus interrogantes, mejores respuestas de las que les podemos dar nosotras mismas. Búscalas ahí------ En la bíblia...

Facundo Ezequiel dijo...

Nay, perdón. Las únicas respuestas que jamás vas a tener, sí, seguramente las vas obtener de una moral previamente establecida, de un dios. Es lo más concreto que vas a tener. Pero, si te permitís dudar, como buena filósofa, vas a ahondar un poco más en vos. Sí, no hay nada más que una visión personal de la vida; no hay más respuestas que las que te decidas a tomar por ciertas. Resignación. Llega un momento en el que uno se cansa de la búsqueda y AHÍ está la respuesta, no más válida que cualquier otra, pues la incertidumbre es lo único concreto en la búsqueda de las razones de ser y bla bla bla. Siempre se puede dudar de todo, acordate de eso cada vez que te quieras imponer sobre los demás, y acordate también cuando se quieran imponer sobre vos (ideológicamente hablando, no hablo de lucha de egos o de dominación animal, hablo del razonamiento humano, de ese que no lleva a nada, excepto conflictos sin sentido).
Entonces, ¿qué?

Facundo Ezequiel

Ricardo Hernández Pereira dijo...

Pues yo siento como que andas un poquito existencialista. Ñaaaaa, ¡Y qué pues!