sábado, 17 de febrero de 2007

Magos del mundo

Anochese.
Te vas.
La penúmbra envuelve tu cuerpo cansado y herido por el camino,
pero mi alma pobre e insistente quiere alumbrarte, besarte; acompañarte.

Mariposas hechas de rosas de fuego,
acampan y giran; ríen, rezan... ¡Déjame que te contemple un segundo más!
Aquí en mi pecho, dentro muy dentro, se mueve la brisa de tu miedo: Te quiero.
Yo lo ahogaré de besos, caricias y versos, si tus alas de batalla no se apagan.

Mírame. Déjame respirar.
Deseo el aire tierno y celoso de la tarde que se nos escapa.
Arranque de ira, fuerza y pasión que me retan.
Cenizas que en mis manos se queman.

Alguien en la distancia nos llora.
Soledad. Grito. Terror.
Riqueza que no se comprendió,
más no por eso, siempre se le amo.

Día de sol-luna. Alguien nos nombra.
Sin ostentar poder, ni derrochar placer,
la magia llega y se queda para seducirme. Enamorarme.
Esto es Magia de fuego y viento que en nuestros cuerpos se crea.

1 comentario:

Scott McLean dijo...

Hi, what's going on there today? I only know some Spanish. Okay, have a great week!