Aquella noche...

Desde que te fuiste de mi vida todo cambió.
Aquella noche, sentada frente al alba negando tu regreso, tu mirada, tu voz, tu palabra...

Ví el amanecer y no pensé en tí.
Adiviné cómo los segundos se suicidaban al creer, inocentemente, que todavía pensabas en mí.
El aire pesaba y me comprimía...
¡Odié la soledad!

Aquella última noche, aquella última palabra...¿Te gustó verme morir?
Te fue fácil clavarme un adiós y dejar que mi cuerpo se hundiera en el mar...

De nuevo estás aquí. ¿Qué quieres de mí?
¿Quieres mofarte de mi debilidad y soledad?
Me encadenas a tu recuerdo, a tu mirada, a tu voz...
¿Será que yo no te dejé ir?

No quiero tu voz, ni tus abrazos, ni tu sonrisa...yo quiero todo aquello que no me puedes dar...
Ahora que lo sabes...¡Quítame aquella noche de agonía!