jueves, 7 de mayo de 2009

Albertico Punchis-Punchis


El lunes recién pasado me enteré de la lamentable noticia - que más que noticia es un escándalo- sobre el Padre Alberto Cutié y sus fotos comprometedoras con una cherita en Miami Beach.

Para los que no estén al tanto, hago un resumen de la situación:

El padre Alberto Cutié es un reconocido sacerdote católico muy famoso no sólo por sus prédicas, su relación tan afable con los medios y su carisma con la feligresía católica a nivel latinoamericano; sino también, por ser un sacerdote súper guapo. (Cómo podrán ver en la foto).

Fue precisamente a él a quién fotografearon, recientemente, junto a una chera. Ambos haciendo cosas no propias entre una laica y un sacerdote que ha hecho el voto del celibato.
Es un hecho desafortunado. Más que para la iglesia católica, para todas las mujeres (me incluyo) que lamentamos no haber sido el objeto de desahogo de su concuspisencia reprimida desde hace más de 20 años. (De hecho, esto es un comentario muy personal).
Yo tuve la oportunidad de verlo en persona, de que me saludara, que me hablara y tratarlo muy de cerca cuando vino a El Salvador -en especial a Santa Ana y a San Salvador- a dar dos conferencias. Está de más decir que verlo en foto, no es lo mismo que verlo en persona. Un hombre con facilidad y suavidad de palabra, una inteligencia más que notable, de 1.90m de estatura, ojazos azules...(¡Grrrrrrr...! Bueno, creo que no entraré más en detalles de opinión personal).
Es precisamente por eso que me atrevo a comentar el caso.
Ya en serio. Sí, es lamentable.
Con esto la imagen pública de la iglesia católica se termina de empañar aún más. No sólo a nivel externo, sino también a nivel interno. Cómo católica me preocupa y me desconcierta.
Pero como humana, entiendo al padre.
Como católica le diría: "Usted se casó con Cristo cuando hizo sus votos dentro de la jerarquía de la iglesia católica. Usted le ha sido infiel, no al Papa, no a la iglesia, no a la feligresía a nivel mundial, ni a la feligresía que lo sigue; sino a Cristo Jesús. Es decir, no a un nombre cualquiera, no a un profeta, no a un hombre que murió hace más de dos mil años y que desde entonces su sólo nombre causa polémica... ¡Usted le fue infiel a Jesucrito, el Hijo de Dios Vivo y Encarnado! ¡Osea!"
Pero como humana le diría: "Sé que es mucho pedir que sea fiel, intachable y recto en cada acción que realiza porque usted es humano igual que yo. ¡Sería absurdo pensar que no tiene tentaciones ni pecados como yo! Menos aún, pensar que no tiene deseos carnales como todos los hombres y mujeres los tenemos. Deseos de amar y ser amado. De tocar y ser tocado, de besar y ser besado... Yo lo entiendo."
Para mala fortuna de la iglesia católica, el padre no aplicó una lección básica de vida: "Si la vas a hacer, entonces hacela bien"; y para la mala fortuna del padre "El celibato es una característica propia de los sacerdotes de la iglesia católica".
Pero es aquí dónde viene lo interesante.
Yo no lo voy a juzgar. No porque no pueda, porque en realidad sí puedo y todos podemos, pero no debo ni debemos. Sólo Dios puede juzgar. Él es un ser humano y al igual que todos, puede cometer errores al momento de decidir cómo enfrentar las tentaciones. Aunque eso no disculpa la forma indirecta en que profanó su investidura eclesial.
No juzgaré pero adoptaré una postura activa dentro de la polémica.
Mi postura es y será orar.
Orar porque la fe de la iglesia católica no se desquebraje aún más. Es de recordar que la iglesia no es una edificación magestuosa, ni mucho menos la representa sólo el Papa Benedicto XVI, ni El Vaticano, ni la Plaza de San Pedro en Roma. La iglesia somos todos.
Orar por el padre Cutié. Porque independientemente lo que decida, ya sea colgar los hábitos o seguir ejerciendo, conciente de que deberá someterse a la más alta autoridad eclesial para hacerlo, lo importante es que sea feliz y siga teniendo a Dios como centro de su vida.
Para finalizar, cito una frase de la canción de Paulina Rubio que, casualmente, está sonando en la radio y me pareció muy adecuada para el tema: "Por la ley de causa y efecto hoy pagas por cada error".
P.D. El tema del post hace referencia aun comentario del padre Alberto durante su charla en el Hogar Carpinelo de Santa Ana. En esa ocasión, él comentaba que de joven quiso ser DJ, por lo que siempre se la pasaba haciendo sonidos con su boca. Fue así como se ganó el apodo entre sus amigos de "Albertico punchis-punchis".






2 comentarios:

Cc¡ dijo...

Un post perfecto el que has escrito, coincido en todo lo que has dicho aqui

saluditos!

Wendy Aparicio dijo...

Gracias por el comentario. Sólo esmi probre opinión con respecto al tema. Pero me alegra saber que compartes mi sentir.

Saludos :D