viernes, 12 de octubre de 2007

Premoniciones

Entre los murmullos citadinos
ví a los dos espectros de mi pasado.
Ambos iban deambulando y murmurando,
más de alguna blasfemia contra mi gracia.

Aparecieron sin previo aviso.
Diferentes y veloces.
Hermosos y enamorados,
cómo nunca lo estuvieron conmigo.

La claridad de la lluvia
quiso por alguna razón,
mostrarme que yo no soy
para esos hombres de vagazo.

Quizás el destino.
Quizás el inevitable recuerdo.
Quizás sea la despedida antes de la muerte.

Quizás...

Quizás es porque, como dice mi padre,
hoy, la luna está tierna.

1 comentario:

Raúl Marín dijo...

Interesante..Muy interesante