domingo, 15 de abril de 2007

Muerte

La noche me abriga.
Aquí no hay más sonido que el adiós del viento.
Pierdo mis fuerzas, mi sueño; mi realidad.
Estoy en busca de ella.

Me busco una y mil veces,
deseando que la sombra me encuentre.
Espero que el verdugo venga
y tome mi vida con su fría espada.

Que ahogue en silencio mi miedo.
Que torture mi ausenia involuntaria.
Siento sobre mi cuello un látigo lúgubre
que me abraza y me promete verte.

Es el fin.

1 comentario:

Facundo Ezequiel dijo...

Soy un poeta que pretende ser un poeta que pretende no ser poeta y que a la fuerza lo es. Boberías. Es culpa de la foto de la mariposa que me recuerda a cierta alegoría de no sé qué filósofo.
En realidad estoy visitando blogs y buscando gente que se anime a visitar el mío. ¿Te animarías? Por las dudas pongo la dirección abajo.

http://el-facundo.blogspot.com

Facundo Ezequiel
(a seguir escribiendo...)