jueves, 1 de marzo de 2007

Intruso

Bajo la simplicidad de lo complejo
apareces tú, nocturno seductor de mis sueños.
Ausente y ajeno como la caminata de mi caballero de fuego.

Si te hubieras dignado a entrar cuando la osadía no existía,
tal vez, sólo tal vez, podrías reprimirme y matar mi flor en pleno vuelo.
Ángel fugado que no encuentra su cielo, déjame soñar despierta.

La tormenta de mi corazón no pinta, no siente, no oye.
Sólo sé que deseo a mi viajero que aparece cuando la luna come frío.
Sólo quiero verte soñar lejos.
Destapa las alas congeladas de tu eterno sueño
y aléjate del fuego.

Sólo serás bienvenido si cantas el himno que te corresponde.
Sólo si cantas y ríes con la alegría que me toca y me acaricia.

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