lunes, 2 de marzo de 2009

Pegar o no pegar...ese es el dilema

Hoy estaba leyendo en un rotativo nacional que comentaba sobre la ley de protección integral infantil. La verdad, es algo bastabte polémico. La corrección física es un arma de doble filo. Hasta cierto punto es entendible y permisible. Sin embargo, es como todo en esta vida: lo malo son los excesos.

Yo creo seriamente que hay una diferencia abismalmente notoria entre corrección y maltrato. Lo que sucede es que algunos padres o no tienen suficiente materia gris como para darse cuenta de ello, o de plano no tienen amor por su hijos cuando hacen de una llamada de atención un acto de barbarie in justificable.

Es así como a veces algunos padres por evitar "el maltrato", se vuelven blandos y faltos de carácter ante los hijos. Esto da como origen situaciones desesperantes que sólo pueden ser comparadas con torturas mediavales. Ejemplo, "Niñera S.O.S, La Domadora, Ángeles Adolescentes, y otro sin fin de "situaciones reales" en las que los niños y niñas hacen y deshacen, mientras los padres no les dicen ni pío.

Pero claro, esos programas hacen creer que el diálogo, la mediación y la negociación es el mejor método de disuadir a cualquier engendro menor de 17 años. Yo tengo mis serias dudas de que esos métodos funcionen en un cien por ciento con personitas que nisiquiera saben limpiarse las nalgas por sí mismos.

En fin. Será de ver en qué termina la discusión de esa ley.
La verdad, cuando los niños se ponen insolentes y no entienden con las palabras, unas buenas nalgadas bien puestas pueden hacer una gran, pero GRAN diferencia en la educación.

1 comentario:

Cc¡ dijo...

Yo estoy de acuerdo contigo a veces las "nalgadas" son necesarias porque sino se crían niños insolentes...Ahora como supuestamente los padres tienen que ser amigos de los hijos, los hijos los tratan tal cual tratan a sus amigos [he allí porque no aparece mi instinto maternal jejeje]